El dolor crónico es una sensación de malestar que se mantiene durante un largo periodo de tiempo, hablamos de que está presente como mínimo durante 6 meses, ya sea de forma constante o intermitentemente.

El dolor puede presentarse de diversas formas, en función de cada caso.

Puede ser un dolor crónico agudo que está presente de forma casi continua y puede durar meses o años.

O puede ser un dolor agudo recurrente que está presente durante periodos de tiempo cortos, pero que se repite de manera periódica.

Por lo general, el padecimiento de este tipo de dolor conlleva un deterioro físico y psicológico de la persona que lo sufre, dado que suele interferir en nuestra vida normal. En muchas ocasiones la vida laboral se ve afectada porque las personas tienen que abandonar su trabajo por la imposibilidad de llevarlo a cabo debido al dolor.

La vida social y familiar también suele resentirse debido, por un lado, a la incapacitación para la realización de determinadas actividades por la presencia del dolor y por otro, a las consecuencias psicológicas que provoca en el enfermo.

El dolor crónico puede llevar asociados trastornos de ansiedad o del estado de ánimo que agravan toda la situación. Por lo tanto, el tratamiento del dolor no sólo abarca el manejo del dolor, sino también el tratamiento de todos los aspectos psicológicos y emocionales que desencadena para poder conseguir una mejor calidad de vida a pesar de la dolencia.

Por norma general, este malestar está asociado al padecimiento de alguna patología crónica, pero en algunos casos no se encuentra el origen de la dolencia, aunque la molestia persiste.

La terapia psicológica para el tratamiento del dolor crónico es cada vez más demandada debido a que existe una necesidad cada vez mayor de obtener alivio de las dolencias crónicas para las que no es eficaz el tratamiento farmacológico.

Este tipo de tratamiento se basa en el aprendizaje y administración de diversas técnicas de relajación, de control del foco de atención del dolor, técnicas de liberación emocional que te permitirán liberar tensiones y ansiedad y así reducir la sensación de dolor.

Además, a través de la hipnosis clínica puedes aprender a modular ese dolor o malestar, no sólo sentirás al alivio del dolor, sino que puedes aprender a manejar esa dolencia transformándola mentalmente hasta eliminarla. La hipnosis clínica aplicada al tratamiento del dolor es muy eficaz, aquellos que la prueban quedan realmente satisfechos porque con ella consiguen mejorar su calidad de vida.

Los casos más comunes en los que se aplican estas técnicas son:

1. Dolor crónico sin enfermedad diagnosticada
2. Fibromialgia
3. Cefaleas
4. Dolor oncológico
5. Lumbalgia
6. Dolores de espalda
7. Dolor por artrosis o artritis
8. Dolor derivado de cualquier lesión.
9. Analgesia en parto natural.